viernes, 26 de febrero de 2016

El mito soreliano



Hay algo que se repite de forma constante en el pensamiento político de raigambre marxista/socialista: la superioridad de Marx con respecto a los anteriores socialistas al haber sido capaz de dotar a la crítica del capitalismo de un corpus científico [1], dejando en un segundo plano la crítica moral de los que él llamara “socialistas utópicos”. La economía asume así un primer plano como herramienta de lucha contra la ideología burguesa. No obstante, ¿acaso podemos decir que el triunfo del marxismo, que sólo se consagra con la toma del poder por parte de Lenin [2], se debe a su “superioridad”? Algunos, como Ramiro Ledesma Ramos, han afirmado que “la revolución bolchevique triunfó en Rusia no tanto como revolución propiamente marxista que como revolución nacional […] los bolcheviques eran los únicos que podían dar las consignas salvadoras de la situación, consignas que no eran otras que las de curar el dolor de cabeza cortando si era preciso la cabeza[3]. Nosotros, por nuestra parte, consideramos que la superioridad técnica pocas posibilidades de triunfar tiene si prescinde de capacidad sugestiva o, dicho en términos más comunes, de capacidad de agitación de masas. La gran labor de Lenin y sus compañeros fue la de generar unos cuadros formados intelectualmente (una nueva élite social) a la vez que preparados para realizar la labor de agitación [4]. El pensamiento “marxista”, es decir, el sistemático o “científico”, donde jugará un papel determinante (o, al menos, donde se manifestará de forma concreta) será en el desarrollo de las estructuras de la URSS [5]. Todo este preámbulo nos ha servido para introducir a un pensador de raíz marxista cuya obra es de gran interés para comprender los procesos revolucionarios -y, precisamente por eso, ha de ser un pensador de lectura obligada para cualquier movimiento revolucionario [6]- que no es otro que Georges Sorel.
De este pensador francés nos centraremos principalmente en su concepto de “mito”, que es capaz de dar cuenta de eso que Ledesma ha llamado “consignas salvadoras de la situación” que sólo supo aportar el bolchevismo en Rusia.
Una primera consideración que tendríamos que hacer es que el uso del término mito por parte de Sorel se hace de forma equívoca. Es decir, el fenómeno que él designa como mito es, a todas luces, distinto de lo que constituye un mito en el sentido antropológico del término [7], y se usa de forma metafórica dado el potencial descriptivo de la palabra.

El mito es determinante en los procesos revolucionarios y, en cierto sentido, en muchos grupos humanos. Sirve como elemento cohesionador y como focalizador de la acción. No obstante, como el mismo Sorel dice en numerosas ocasiones, no pretende explicar la evolución de las sociedades, sino cuáles son los mecanismos en la psicología de masas que se han de dar para constituir grupos revolucionarios pues, aunque las condiciones económicas puedan dar lugar a una situación de descontento generalizado, se necesita de un elemento unificador y orientador para que el descontento se torne en un movimiento estructurado y revolucionario. Así, Sorel destaca una imagen, un mito, que se repite dentro de los movimientos socialistas revolucionarios de su época. Un elemento que, además, es tenido por bárbaro e inútil a la hora de conseguir reformas por los llamados socialistas democráticos o parlamentarios. En definitiva, un elemento temido por socialistas burgueses y abrazado por socialistas obreros: la huelga general.

La huelga general va más allá de ser un mero elemento cohesionador de los obreros en lucha -los sindicalistas, cuya acción toda está orientada a derribar al estado liberal- y se constituye en una imagen arquetípica de la guerra, de la lucha, si no entre el bien y el mal, entre las fuerzas revolucionarias del proletariado -y sus afines- y las tropas alineadas con la reacción. Dado el origen francés de Sorel, compara constantemente el mito socialista de la huelga general con el mito liberal de las guerras napoleónicas -contra la coalición absolutista-. El sindicalismo se organiza, prepara y actúa con mentalidad militar, con el objetivo de llegar a la gran batalla, catastrófica, que ponga fin al mundo burgués. No obstante, Sorel no es ingenuo y, por tanto, no considera que el triunfo de la revolución vaya a traer un nuevo mundo sensu stricto en el que nada del modelo anterior perdure. Para ilustrar esto, recurre al ejemplo de la Francia napoleónica y como las estructuras básicas de la sociedad siguen, en definitiva, siendo iguales. ¿Dónde está la ruptura del nuevo orden? Podríamos destacar dos puntos de ruptura más o menos diferenciados: el moral y el de “clase o gobierno”.

El punto de ruptura moral está íntimamente relacionado con la imagen mítica. Como hemos visto, esta reviste tintes épico-militares y, evidentemente, en estas gestas siempre hay actores individuales, héroes, que luchan y se sacrifican en pos de su causa. Curiosamente, en cada persona particular que ha asumido esta estructura mítica se presenta la figura heroica, encarnación de toda la moral de clase –dechado de virtudes, diríamos-, en su propia figura: cada uno se ve a sí mismo contribuyendo, de forma individual, al triunfo del mito. Así como el soldado napoleónico iba orgulloso y valiente a la muerte, realizando grandes gestas, contra los enemigos de la revolución o el cristiano se entregaba casi con alegría a los leones como testimonio definitivo de Cristo, el sindicalista se entrega a la muerte o la prisión en pos de la realización de la huelga general, que actúa como crisol de todo el movimiento revolucionario obrero. Una vez conquistado el estado, el nuevo orden vendría desde los participantes del mito de la huelga general que, en definitiva, aspiran a encarnar el arquetipo formado durante la lucha contra el capitalismo
Por otro lado, el punto de ruptura de “clase o gobierno”, íntimamente ligado con el anterior, viene del hecho de que el gobierno sería asumido por los revolucionarios
tras haber derrocado a la clase dominante [8].

Recapitulando –y evitando mayor dilatación del escrito-, volvemos a mirar a esas consignas salvadoras de la situación de las que hablase R. Ledesma y ver cómo estas se formulan, al menos en abstracto, fuera de lo acaecido en Rusia. Cualquiera que sea la revolución, requiere de un pueblo que la secunde y a este no solo conquista con criterios “científicos” sea cual sea el pedigrí de dichos criterios. No, el pueblo y, digamos mejor, todas las personas necesitan de algo más. Necesitan de esos mitos tan olvidados en la sociedad del consumo, la repulsiva sociedad del estado de bienestar –que tanto valdría que se llamase del buensopor-; unos mitos que nos inviten a la creación de arquetipos heroicos y metas colectivas, que nos lleven al mundo de los sueños y de la ética de máximos. Que nos impulsen, en definitiva, a quebrar resignación y facticidad conquistando nuestro destino, nuestro futuro. Una revolución por pan es efímera, mera revuelta. Debemos aprender de pueblos como el ruso, que no se conformaron con este, sino que expulsaron a los oligarcas traidores y pagaron con su sangre el precio necesario para engrandecer a la civilización rusa. Ojalá todos los que pretendemos ser revolucionarios aprendamos de su ejemplo y el de tantos otros y cuando nos vean pasar se nos  salude “igual que los griegos saludaron a los héroes espartanos que defendieron las Termópilas y contribuyeron a mantener la luz en el mundo antiguo[9].

Por Isaac García Darías

Notas:

[1] Y con científico nos referimos a sistemático, no a que siga la metodología de las ciencias naturales (o que este a su nivel predictivo, como sí que han parecido considerar muchos, entre ellos el mismo Marx). Crea un sistema filosófico y, asentado en toda la tradición económica anterior, procede a “desmontar” (en el sentido de analizar, reducir a sus partes simples) el sistema económico de su época.

[2] Ayudado por los intereses prusianos que deseaban desestabilizar al Imperio zarista para liberar la presión que este ejercía en el frente oriental durante la Gran guerra.

[3] Ledesma, R. Discurso a las juventudes de España. Obras completas: Ramiro Ledesma Ramos v. 4 (Nueva República, Barcelona: 2004), p. 86.

[4] Una labor que no sólo tiene que ver con la exaltación de los ánimos populares, sino con la formación de una conciencia común (en el caso de los marxistas la llamada “conciencia de clase”) y, a través de ella, de una organización capaz de subvertir el orden vigente. En definitiva, podemos destacar, al menos con una mirada superficial, tres pasos: reclutamiento, organización y acción directa que, en otro estudio, podríamos subdividir más (por ejemplo, dentro de la organización está la formación intelectual, la creación de una moral nueva, etc.).

[5] Estructuras de diversa índole. En primer lugar, político-administrativas, pero también científicas (ciencias naturales) o artísticas. La base marxista viene a sustituir el paradigma social del liberalismo y, en definitiva, introduce un enfoque alternativo a todas las manifestaciones del espíritu humano (nos vamos a permitir el lujo de mencionar al espíritu sin ahondar en qué es este para nosotros).

[6] De hecho, el sindicalismo italiano mucho le debe a Sorel en su evolución a finales del s. XIX y principios del s. XX. El mismo B. Mussolini lo señala como una de sus principales influencias, aunque también es citado y carteado por Panunzio o B. Croce.

[7] Como puede verse en Elíade, M. Mitos, sueños y misterios (Kairós, Barcelona: 2010), p. 23-24.

[8] En este punto nos vemos obligados a recordar el pensamiento anarquizante de Sorel que se manifiesta en sus continuas críticas y denuncias a los que “aspiran a conquistar el gobierno para utilizarlo a su favor”, en definitiva, a los que meramente quieren sustituir a los capitalistas para imponer su particular tiranía. Como podemos ver, aquí se encuentra un punto de tensión en el pensamiento soreliano ya que, al menos en principio, parece chocar con lo dicho acerca de la conservación de las estructuras pre-revolucionarias.

[9] Sorel, G. “Reflexiones sobre la violencia” (Alianza, Madrid: 2005), p. 148.

domingo, 21 de febrero de 2016

Carta ante la muerte del Che



Compañeros: Con profundo dolor he recibido la noticia de una irreparable perdida para la causa de los pueblos que luchan por su liberación. Quienes hemos abrazado este ideal, nos sentimos hermanados con todos aquellos que en cualquier lugar del mundo y bajo cualquier bandera, luchan contra la injusticia, la miseria y la explotación.

Nos sentimos hermanados con todos los que con valentía y decisión enfrentan la voracidad insaciable del imperialismo, que con la complicidad de las oligarquías apátridas apuntaladas por militares títeres del pentágono mantienen a los pueblos oprimidos.

Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.

He leído algunos cables que pretenden presentarlo como enemigo del Peronismo. Nada más absurdo. Suponiendo fuera cierto que en 1951 haya estado ligado a un intento golpista, ¿que edad tenía entonces? Yo mismo, siendo un joven oficial, participé del golpe que derrocó al gobierno popular de Hipólito Irigoyen. Yo también en ese momento fui utilizado por la oligarquía.

Lo importante es darse cuenta de esos errores y enmendarlos. ¡Vaya si el Che los enmendó! En 1954, cuando en Guatemala lucha en defensa del gobierno de Jacobo Arbenz ante la prepotente intervención armada de los yanquis, yo personalmente di instrucciones a al cancillería para que le solucionaran la difícil situación que se le planteaba a ese valiente joven argentino; y fue así como salió hacia México.

Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.

No faltaran quienes pretendan empalidecer su figura. El imperialismo temeroso del enorme prestigio que ya había ganado en las masas populares; otros, los que no viven las realidades de nuestros pueblos sojuzgados. Ya me han llegado noticias de que el Partido Comunista Argentino, solapadamente, esta en campaña de desprestigio. No nos debe sorprender ya que siempre se ha caracterizado por marchar a contramano del proceso histórico nacional. Siempre ha estado en contra de los movimientos nacionales y populares. De eso podemos dar fe los peronistas.

La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquía y de lo monopolios inversionistas del imperialismo.

Las revoluciones socialistas se tiene que realizar; que cada uno haga la suya, no importa el sello que ella tenga. Por eso y para eso, deben conectarse entre si todos los movimientos nacionales, en la misma forma en que son solidarios entre si los usufructuarios del privilegio.

La mayoría de los gobiernos de América latina no van a resolverlos problemas nacionales sencillamente porque no responden a los intereses nacionales. Ante esto, no creo que las expresiones revolucionarias verbales basten. Es necesario entrar a la acción revolucionaria, con base organizativa, con un programa estratégico y tácticas que hagan viable la concreción de la revolución. Y esta tarea, la deben llevar adelante quienes se sientan capaces. La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.

El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto Che Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica.

Carta de Perón al Conocer la Muerte del Che.
Juan Domingo Perón, 24 de Octubre de 1967.

sábado, 13 de febrero de 2016

Glosario Nacional-Bolchevique




Lenin: Revolucionario ruso que puso todo su empeño en organizar correctamente a los revolucionarios marxistas en Rusia y que gracias al acierto de sus tareas llegaron al poder en 1917. De él se debe retener la capacidad organizativa, el espiritu revolucionario y la preeminencia de las tareas organizativas y de línea política sobre otras tareas políticas.


Bolcheviques: Fracción del partido socialdemocrata ruso de principios del siglo XX. Sus posiciones sobre la formula de acceder al gobierno y sobre las tareas organizativas les llevaron a alcanzar el poder en 1917. Uno de sus principales líderes fue Lenin. Para los nacional-bolcheviques ibericos bolchevique es tomado en su significado revolucionario y no en el sentido de corriente marxista determinada.


El punto rojo de la galaxia negra: Expresión usada por los nacional-comunistas italianos. Significa que se situan en una amplia galaxia de grupos, partidos, publicaciones e iniciativas como la componente más social y revolucionaria.


Nacional-comunistas: Expresión usada por los nacional-bolcheviques italianos para designarse a ellos mismos. Tiene el mismo sentido y contenido que en España se da a nacional-bolcheviques.


Nouvelle Resistance: Nombre de la fracción francófona de los nacional-bolcheviques. Quiere recuperar el sentido de “resistencia” contra el ocupante, hoy en Europa los americanos. En este sentido se utiliza todo un vocabulario que evoca la “resistencia”, por ejemplo son “colaboradores” todos aquellos que objetiva o subjetivamente colaboran a que la situación actual permanenza.


Frente Europeo de Liberación: Nombre oficial del frente que agrupa a los nacional-bolcheviques europeos desde Rusia a Portugal. Es una estructura de coordinación que aspira a convertirse en un Partido Europeo Integrado.


Thiriard, Jean: Fundador de Joven Europa. Los nacional-bolcheviques europeos evocan toda su obra por contraposición a las fracciones nacional-revolucionarias derechistas que solo acuden a sus primeras obras. Su última acción política de importancia antes de su muerte en noviembre de 1992 fue un viaje a Moscú donde estableció contactos con dirigentes comunistas y de la oposición nacional-comunista.


Imperio: Concepto político que sobrepasa los conceptos de nación chauvinista, de pueblo por liberar, de territorio ideal o de espiritu popular puro. Es la organización de lo político en un gran espacio que integra en su seno a pueblos, naciones y espiritus populares para dotarlos de un fin historico y político. Para los nacional-bolcheviques es la construcción ideal para una Europa fuerte, unida, independiente y respetuosa con el destino de otros grandes espacios políticos.


Arraigo: Relación de los habitantes de un territorio con la cultura, la ideosincrasia, la historia, los hábitos políticos propios de ese lugar. Es decir con su Identidad.


Comunidad: Conjunto de personas que se identifica a si mismo en función de un destino común. Diferente de una Sociedad donde una serie de personas se encuentran unidas por un lazo formal: ser naturales de un mismo lugar o subditos de una misma ley estatal.


Región: Extensión territorial que poseee unas mismas caracteristicas culturales, históricas, y de modo de ser de sus habitantes que permiten diferenciarlos de los vecinos.


Niekisch, Ernst: Fundador de la revista “Widerstant” (Resistencia), que es la primera publicación donde las ideas nacional-bolcheviques se expresaron como un conjunto. Su origen político se situaba en el socialismo. Próximamente AE editará una biografia suya.


Junger, Ernst: Escritor alemán nacional-revolucionario que se situaba en el sector crítico al nacional-socialismo.


Von Salomon, Ernst: Escritor nacionalista alemán, critico con el nacional-socialismo.


Frente de Salvación Nacional: Estructura de coordinación de la oposición a Yelstin en el periodo 1991-1993. Agrupaba en un frente a diversos partidos comunistas rusos, a los nacional-revolucionarios, a los zaristas, a determinados grupos fundamentalistas islamicos, a los nacional-gran-rusos y a los nostalgicos de la Unión Sovietica.


Frente nacional-bolchevique ruso: Grupo político fundado por la juventudes
comunistas, los nacional-revolucionarios, la nueva derecha y los comités de apoyo a Cuba entre otros. Su orientación nacional-bolchevique y sus intenciones de influir políticamente en el Frente de Salvación Nacional primero y luego en la oposición a Yelstin (comunistas-agrarios-Zirinoski-mujeres de rusia) nacida tras las elecciones de diciembre 93 lo convierten en el grupo más influyente del FEL.


Partido Comunista Obrero Aleman (KAPD): Partido Comunista reconocido por la Internacional Comunista hasta 1922. Sus posiciones nacional-comunistas le alejarán de la Internacional Comunista hasta su expulsión de la misma.


Células “Bistec”: Referencia a las células que se pasaron en los años 30 directamente del Partido Comunista alemán al NSDAP de Hitler. Se afirmaba de ellas que eran “pardas por fuera y rojas por dentro”. En muchas ocasiones eran partidarias de las corrientes más a la izquierda del partido (Straser, etc).


Frente Unido Anti-sistema: Junto al Frente Rojo/Negro/Verde es la propuesta que muchos grupos nacional bolcheviques realizan para llevar adelante una eficaz lucha contra el sistema actual.


Maccartismo: Designa a los que en la actualidad lanzan una sistematica caza de brujas de todos aquellos que se oponen ideologicamente al sistema como hizo el senador Mac Arthur en los USA en la post-guerra.


Revolución Conservadora: Tendencia ideologica en Alemania nacida en la época 1917-1933. Sus principales valedores son Moeller van der Bruck y Ottmar Spann.


Eurasia: Expresión usada por los nacional-bolcheviques de algunos paises para designar una Europa que llega hasta Vladivostok, en el extremo mas oriental de la antigua Unión Sovietica.


Nueva Derecha: Fracción política que da preeminencia a determinado trabajo pre-político que bajo una etiqueta erronea -derecha- difunde autores nacional-bolcheviques junto a autores de la revolución conservadora y que se apoya en las ciencias modernas para divulgar concepciones correctas del mundo.


Nacionalismo revolucionario: Expresión equívoca que cada uno usa para designarse a si mismo con contenidos diferentes. Los nacional-bolcheviques de muchos paises se han llamado así durante muchos años.


Nacional-populares: Fracción nacional-revolucionaria derechista partidaria de colaborar en los partidos más a la derecha del sistema. Tiene su mayor implantación en los partidos del Grupo Técnico de Coordinación de las Derechas Europeas (Republicanos alemanes, Frente Nacional francés y Vlams Blok flamenco) y en especial en el Movimiento Social Italiano (Alianza Nacional).


Derecha nacional: La fracción más a la derecha del sistema. En algunos temas es próxima a las temáticas nacional-revolucionarias: sentido de la nación y la patria, valores sociales. En cambio en economía apuestan por el liberalismo salvaje tipo Carter o Theacher.


Nacionalismo de izquierdas: Nacionalismo con origen en la izquierda, o tendencias que se situan a la izquierda del sistema pero que hacen referencia a la nación. Corriente inexistente en España. En Francia o Alemania se encuentran políticos e intelectuales que apoyan posiciones de este tipo por ejemplo el ex-ministro de defensa socialista Chevenemant que dimitio por la intervención francesa en la guerra del golfo.


Vandervogel: Significa “pájaros migratorios” en alemán. Es el nombre de uno de los primeros movimientos de juventud alemanes. Se usa para designar a los movimientos de juventud próximos a los nacional revolucionarios.


Planificación: Formula de organizar la economía que proponen los nacional- bolcheviques.


Disidencias: publicación española de los años 80 que agrupaba a neo-falangistas, neo-nacional-revolucionarios y otros neos que fue el laboratorio donde se rompio con la vieja extrema derecha española.


Sin Tregua: También Nueva Europa. Grupo y publicación euro-revolucionaria creada por ex-izquierdistas y ex-nacional-revolucionarios a finales de los años 80 en España.


Solidarismo: Etiqueta que los nacional-revolucionarios de izquierda usaron en algunos paises, en España por ejemplo entre 1986 y 1992, para diferenciarse de los nacional-revolucionarios derechistas.


Tercera Vía: Nombre de varios grupos y corrientes en los años 80 de los nacional-revolucionarios.(No confundir con la falsa Tercera Via propugnada por el canalla de Tony Blair)


Paetel, Otto: Fundador del Grupo Socialrevolucionario Nacionalista. Partido Comunitario Nacional-europeo: Grupo nacional-bolchevique auto-excluido del FEL en 1993.

Fuente: Liga Nacional-Bolchevique