martes, 24 de febrero de 2015

Hermanos En Un Mismo Destino





A los pies del Albaicín y del Sacromonte se alza ante mis ojos la gloriosa Alhambra de Granada, que allá en su tiempo fue bastión y fortaleza del último reino musulmán. El ímpetu y la grandeza de nuestros antepasados dejó aquí su huella de sacrificio, su espíritu y afán de lucha. El anhelo de unidad cultural y espiritual hizo de nuestro pueblo la formación de una gran empresa, un destino común en lo universal, que comenzó con un proyecto de desislamización y pronto nos llevaría allende los mares. Uno a uno proyectos de tamaña importancia, tales como la evangelización del nuevo mundo entre otros, fueron conformando lo que es España.

Pero lo que primaba en los españoles de antaño era fundamentalmente un espíritu de fraternidad. Porque más que nada, percibo un repugnante odio y anhelo de revancha entre nosotros, los españoles de hoy; la creciente rivalidad que nos lleva a la autodestrucción, que impide lo que tiempo hace fue una unidad de Fe y Acción.
Cuando España lleva más de dos siglos prácticamente sin un único proyecto común; cualquier intento de mejora es rápidamente boicoteado por la otra mitad de españoles, entonces busquemos el problema dentro de nuestras fronteras. Es el problema del egoísmo y la individualidad, que desgasta los lazos de acción conjunta. Por eso me atrevo a hacer un llamamiento, a pedir que busquemos una común colaboración de todos los que queremos dejar de ser pisoteados, cooperación de un pueblo que aún guarda el recuerdo de su apoteósico pasado.

Por eso busco una hermandad. Que se ice la bandera de nuestra esencia, que la espada de este carácter atraviese al gigante del odio vigente, que reconstruyamos la nación al amparo de tan noble sentimiento. Y hagamos la revolución del ideal, de una nueva moral que nos alce por las sendas de la libertad; nos libre de estas opresoras cadenas que poco a poco nos consumen y apagan la llama de nuestro ser.
Libremos por España una última batalla: la de la solidaridad, por esta patria por la que los mejores dieron la vida y nosotros aún hemos hecho poco; y quiero creer que cambiará el cauce de la situación y que algún día tomaremos juntos las riendas de nuestro destino. Que derribaremos los muros que edificamos sobre nuestras diferencias, que dejaremos de batirnos en los campos de batalla por nuestras desavenencias.
Por tanto, españoles, enarbolad la bandera de lo nacional y poned fin de una vez por todas al mezquino y despreciable individualismo y egoísmo de los pueblos, al vil nacionalismo de hoy.


"Un pueblo es una integridad de destino, de esfuerzo, de sacrificio y de lucha, que ha de mirarse entera y que entera avanza en la historia y entera ha de servirse"

Por Tarsis

1 comentario:

  1. Enhorabuena por el Blog, lo seguiré atentamente. Os dejo un fragmento de la oración de un combatiente que espero hagáis vuestra:
    - Señor, que en toda guerra mía se halle presente España. Señor que en toda guerra de España te halles presente Tú.

    Que sepáis levantar frente a la poesía que destruye la poesía que levanta.

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