viernes, 5 de junio de 2015

Culpados y Culpables



Aprovechando que el despegue político de Podemos ha puesto el grito en boca de buena parte de la población, me arriesgaré a dar mi opinión y tratar de mostrarle al lector otro enfoque del asunto.

Podemos ha logrado en cuestión de un año adueñarse de nada menos que 159 escaños; pero la pregunta que nadie se hace es ¿cómo es que ha llegado hasta ahí?


Desde el año pasado, el PP y, en menor parte, el PSOE, han venido sufriendo una fuga de credibilidad y apoyo alarmante, motivados principalmente por los incesantes casos de corrupción y su inigualable incapacidad para gobernar. No obstante, han logrado amortiguar el golpe con su influencia en los medios, quienes se limitan a hablar lo justo sobre los casos de corrupción (véase el ejemplo de Andalucía, donde el PSOE, pese a haber saqueado 152 millones -caso de los ERE-, han obtenido el 43% de los escaños) y no hacen más que endosarnos  mentiras y datos demagógicos. Pero eso no era suficiente, les era necesario crear un coco que sembrara el miedo, y lograr así que la desbandada volviera al árbol buscando refugio. Pero alimentaron demasiado al coco y vieron necesario que apareciera otro partido en escena, un partido que no supusiera una amenaza para el sistema y de corte centro-liberaloide, que retuviera votos que potencialmente podrían ir a Podemos; Ciudadanos. Y, así, le cerraron el grifo al coco y le pasaron el plato a Ciudadanos. Efectivamente han logrado amortiguar el golpe, están logrando desviar la ira hispana sobre Podemos y evitando que la gente ataque a su agitador, al verdadero culpable. Y, así, con la gente presa del pánico no será sorprendente volver a ver a otro miembro del PP elegido en las generales.


Podemos se desencadenó, y su éxito no ha hecho más que poner de relieve la profunda crisis política que atraviesa el país y la desesperación que asola al ciudadano deapié, mileurista en más de un 20% (sobre el total de la población), cuando no en paro. El éxito de Podemos es producto de la desesperación de los españoles, causada por la ferocidad del capitalismo -que ha concentrado el capital en pocos, destruido la clase media y sometido a la inmensa mayoría a la pobreza- y el ultraje del bipartito, de una casta política putrefacta y egoísta. Como decía Chesterton "mucho capitalismo no quiere decir muchos capitalistas, sino muy pocos capitalistas", y eso es exactamente lo que está pasando.


Por tanto, deberíamos pensar qué es lo que falla y ha fallado para que tanta gente busque amparo en una ideología tan perversa. Deberíamos solidarizarnos y realizar un acto de empatía para romper la burbuja en la vivimos algunos y lograr concienciarnos de la desesperante situación que atraviesan la inmensa mayor parte de los españoles.

Por Corleone

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