lunes, 23 de marzo de 2015

BIENVENIDOS A YANQUILANDIA




Estados Unidos. Esa potencia mundial que predica la democracia, la paz y la justicia declarando la guerra (siempre con algún falso predicamento) a quien se atreva a amenazar sus intereses económicos. Ese país que cede toda su soberanía a unos cuantos banqueros, en su mayoría semitas, a los que el pueblo encomienda su destino. Esa nación, sin apenas prestaciones sociales, en la que ser pobre puede significar la muerte por una enfermedad menor o la imposibilidad de recibir una educación después de los 18 años.
Ese país deshumanizado, formado por grandiosas ciudades modernas en las que las personas están solas, y en las que (¡gracias multiculturalidad!) no existe siquiera una comida típica.
Ese Estado que protege a las multinacionales frente a la pequeña y mediana propiedad y que trata de imponer una anticultura global en todos los países del mundo, suplantando así las diversas identidades del resto de naciones.
Esa república federal formada por personas procedentes de diversos lugares que no poseían absolutamente ningún lazo común, y cimentada sobre los valores de un tiránico y abominable sistema denominado "capitalismo".
Estados Unidos, ese país que nos señalan como ejemplo a seguir.

Por Hermann Boho

No hay comentarios:

Publicar un comentario